HÉLADE

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LIBROS PUBLICADOS. 1.1968 -Antecedentes para H. de la Industria Argentina .2.1975 -Industria Argentina y Aduana 1835-1854 .3.1977 -Dorrego Gobernador. Economía y Finanzas 1826-27 .4.1980 -Rosas y García. La economía bonaerense 1829-35 .5.1988 -La reforma económica financiera en la Prov. de Bs. As .6.1990 -Correspondencia inédita. Rosas y Paris .7. 1995 -Proteccionismo y Libre Comercio en Bs. As. 1810-1850 .8.1998 -Pedro Andres García 1758-1833 .9.2005 -Ciencia y Técnica en Bs. As 1800-1860 .10.Historia Soc.Cientifica Argentina en el S.XIX (2002) .11.El humanismo en la obra de A.Llanos (2006).12. Manuel José Garcia (1784-1848) - Editorial Historica. Pierrot (2008).

Saturday, February 17, 2007

CIENCIA Y TECNICA EN EL VIRREINATO DEL RIO DE LA PLATA. (1776-1810)

Si como afirma Hegel aceptamos que lo acontecido en el Nuevo Mundo es solamente un eco del Viejo Mundo, cabe indagar las causas que, en éste, provocaron determinados efectos en aquel, para lo cual es preciso analizar los acontecimientos que tuvieron lugar en la política europea.

La creación del Virreinato, en 1776, sin efectuar un juicio de valor, indica la decisión hispánica de cerrar la boca del Río de la Plata a todo intento de penetración extranjera en el territorio bajo su dominio. El avance de Portugal con su asentamiento en la margen oriental, en la Colonia de Sacramento, fundada por Manuel Lobo en 1680 y las sistemáticas incursiones de barcos extranjeros para efectuar contrabando de mercaderías justifican el envío de la expedición de Pedro de Cevallos, quien por real cédula fue designado virrey, gobernador y capitán general de ese dominio de la corona.

Las investigaciones científicas previas y posteriores a la época del Virreinato estuvieron en su mayor parte vinculadas a los descubrimientos geográficos, en particular, la exploración del espacio y sus accidentes naturales con el propósito de trazar mapas que orientaran en el hallazgo de nuevas riquezas minerales y más tarde, en la delimitación de límites entre las posesiones españolas y portuguesas. Entre ellas se encuentran las exploraciones de José Quiroga (1753) que recorrió las costas de la Patagonia, de Félix de Azara (1781) quien, además, como naturalista dejo descripciones dignas de mención y en 1805, las del francés José Sourryéres de Souillac que realizó una descripción geográfica para un nuevo camino entre Buenos Aires y Chile.

Sin embargo a medida que se exploraba la naturaleza de las nuevas tierras, sus animales, plantas y minerales se fueron desarrollando nuevas actividades teóricas y prácticas para satisfacer las necesidades de los pobladores del Virreinato, las cuales han quedado desdibujadas por la atención prestada a los problemas políticos y militares.

La creación del Consulado de Buenos Aires, el 2 de junio de 1794, realizada fundamentalmente para proteger y desarrollar el comercio de la región, sin embargo, constituyó un decidido impulso para prestar atención a los estudios técnicos y científicos.

La Academia de Náutica, propuesta a iniciativa de Manuel Belgrano (1770-1820), secretario del Consulado se inauguró el 25 de noviembre de 1799, siendo su primer director Pedro A. Cerviño(m.1816), con el objeto de formar pilotos de navíos, destinados a conducir naves que incrementaran el tráfico marítimo.

También por gestión de Belgrano se propugnó la formación de una Academia de Dibujo, resuelta meses antes, en febrero de aquel año, y cuya dirección estaba a cargo de Juan A. Gaspar Hernández, “Profesor de Escultura, Arquitectura y Adornista, natural de Valladolid”.

Los nuevos tiempos de la época se vieron reflejados en la publicación de la primera revista impresa en la ciudad, El Telégrafo Mercantil, Rural, Político e Historiográfico dirigido por el español Francisco A. Cabello y Mesa, el cual fue seguido cronológicamente por el segundo periódico que apareció en el Río de la Plata, el Semanario de Agricultura, Industria y Comercio, fundado por Juan Hipólito Vieytes (1762-1815). En ambas publicaciones se publicaron artículos sobre ciencias naturales, se recopilaron datos meteorológicos y comentarios e informaciones acerca de la agricultura, el comercio y la industria que indicaban el interés por el conocimiento de estos temas.

El primer periódico publicó los trabajos de Tadeo Haenke (1761-1817) referidos a la botánica y la minería. Sobre esta última actividad Cabello señalaba la necesidad de impulsar la explotación de las riquezas minerales existentes en las distintas regiones del Virreinato. Otro explorador y naturalista destacado fue Amadeo Bompland (1773-1858) que realizó destacados e importantes trabajos en la clasificación de plantas, en su mayoría desconocidas.

La principal explotación minera fue la muy conocida llevada a cabo en el Cerro de Potosí, pero otras regiones como San Juan y Mendoza supieron tener yacimientos de los cuales se extraía oro y plata. En 1787 fueron descubiertas minas de oro en la provincia de San Luís, región conocida más tarde, como La Carolina. Otra actividad relacionada con la minería fue el aprovechamiento de yacimientos de alquitrán en Cuyo, los betunes o asfaltos se mezclaban con sebo para impermeabilizar los odres de cuero destinados al traslado de los “caldos”, vinos y aguardiente, de esa zona al litoral.

La industria del cuero y las técnicas del curtido de éste tuvieron una amplia utilización debido a la escasez de maderas adecuadas para la fabricación de innumerables elementos de utilización en la vida diaria., razón por la cual puede hablarse de una “época del cuero”. Los muebles domésticos, camas, sillas, arcas y bargueños se fabricaban con cueros. Los cubos con que se saca agua son de cuero crudo; los odres para aceites y vinos; los botes o “pelotas de vado”; las bolsas y canastas para conservar los granos, y en fin, las monturas, riendas, cabezas, estribos y frenos también eran de cuero. Los saladeros de cueros fueron otros establecimientos que utilizando la técnica constituyeron importantes actividades manufactureras.

En el Semanario, Vieytes, se ocupa de la necesidad de desarrollar la agricultura y en varios números de la publicación se ocupó de realizar una análisis de las distintas tierras, definiendo que se entiende por arcillosas, magras, gredas, creta y arena, en una palabra un estudio de suelos. En ese semanario se publicaron observaciones meteorológicas, acerca de la temperatura, vientos preponderantes, lluvias, etc. para incrementar la producción agrícola.

El cultivo del algodón tuvo significativa importancia en el norte del Virreinato y en el oeste, en Catamarca, y dio lugar a un activo centro de manufactura algodonera. La caña de azúcar cultivada en Jujuy, Salta y Tucumán provocó la instalación de ingenios azucareros con maquinaria construida con maderas de la zona. En esta última provincia se fabricaban carretas que constituyeron el medio de transporte para todas las cargas, siendo una muestra de las técnicas autóctonas desarrolladas de época.

En otro orden de cosas la creación del Protomedicato dio ocasión a la formulación del primer plan de estudios de elementos químicos, farmacéuticos y “filosofía” botánica por los doctores Miguel Gorman y Agustín E. Fabre. En el curso que debía ser dictado por el primero, lo reemplazó el doctor Cosme Argerich (1758-1820).

En apretada síntesis queda reflejado el cambio de ideas e intereses que se generaron en la sociedad virreinal, poniendo énfasis en aspectos técnicos y científicos, poco tratados en la época de la colonia, éstos eran consecuencia del interés de los hombres del Viejo Mundo por las nuevas tierras descubiertas y conquistadas donde hallaron un naturaleza desconocida antes del descubrimiento de América y por los pobladores locales que buscaban mejorar sus condiciones de vida y su progreso cultural y económico.


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